El Santo Grial Alimenticio
Después de más de 12 horas de estar encerrado en la escuela (en el salón Green para ser más específicos), me di cuenta de que aún me faltaba un rato más antes de poder huir a mi hogar. También me di cuenta de que ya habían pasado más de 8 horas desde mi última comida. El rugido de mi estómago era ya bastante notorio.
Urgué en mi cartera... hasta las pulgas se habían largado de ella. Remordimientos por no haber ido a sacar dinero al banco y por haberme gastado el resto en mujeres música y vino. Bien me lo advirtió mi madre: La vida disipada no lleva a nada bueno.
Pero este no es el momento adecuado para un sermón introspectivo.
Salí del salón, cuando llegué al pasillo principal me percaté de un aroma que normalmente no se encuentra en ese lugar. Olor a Pan, torilla y condimentos mediterraneos. Un poco más aelante vi a un montón de gente congregada en torno a una mesita.
- Estoy salvado ! Pita Wraps ! Yummy !
Estos weyes si saben comer, pensé.
Después noté que todos los presentes, menos yo claro está, traían puesto un gaffette y que en la puerta del auditorio había un letrero que anunciaba una conferencia sobre Imagen Corporativa. Seguí mi camino por el pasillo rumbo al baño, procurando analizar cuidadosamente los detalles de la escena.
Regresé al salón. Mi pana Andy seguía trabajando en su vaina de Ilustrator CS. Se veía hambrienta, tampoco tenía dinero, ni cigarros, ni ganas de estar ahí sentada trabajando como lo habíamos hecho por largas horas.
-¿Ya viste la comida que hay allá afuera? le pregunté.
- ¿No, coño, dónde? es para nosotros?
- No lo creo, pero tenemos que hacer un plan.
Ahora fue su turno, mientras yo esperaba en el salón "Green" la chica hizo su parte y ubicó a los elementos de seguridad en el pasillo. Regresó un rato después, diciendo que aún había mucha gente, pero que los "pita wraps" se veían suculentos.
20 minutos después me asomé al pasillo, ya no había gente del evento. Caminé lentamente hacia la mesa de la comida cuando de pronto una chica de verde con un gaffette del evento me dijo con señas "Lo siento nene, es para la gente de la conferencia"
Desilusionado y con la tripa grande comiendose a la chiquita regresé al salón.
Seguí trabajando, un maldito análisis comparativo entre productos similares al sitio informativo que tenemos como proyecto mensual.
-Me duelen los ojos de estar tantas horas enfrente del monitor. me duele la espalda y esta silla de mierda no me está ayudando para nada...
-Hey guys ! Do you know if we can grab one of those pita wraps outhere? I mean, there's no one there. And they look so delicious...
Era Tatchi, la activista política y neohippie del salón. Con la buena nueva nos paramos en segundos y nos volvimos a asomar al pasillo.
-No hay moros en la costa !
Ahí estaba, el santo grial alimenticio y nosotros salivando frente a él. Cada quien agarró un pedazo de pita. Me sentí como pelón de hospicio. Agarré otro pedazo más y lo metí en la bolsa de mi chamarra. En la otra bolsa metí dos galletas de avena con pasas y agarré una lata de refresco.
Sigilosamente volvimos al salón. Me sentía como niño después del Halloween. Andrea tenía una pita de pollo con espinaca. Tatchi una de falafel, o alguna mezcla vegetariana, la mía era de atún.
Después de un segundo viaje y casi dos horas más tarde, hizo su aparición nuestro queridísimo compañero Mark, típico wey que quiere sobresalir en todo, con una pita de pollo en la mano. Todavía llevaba puesto el gaffette de la conferencia que se llevó a cabo en el auditorio...
-Hey guys do you want some free food? There's a few cookies left.
No thanks, we are on diet. ; )
Burp !
Urgué en mi cartera... hasta las pulgas se habían largado de ella. Remordimientos por no haber ido a sacar dinero al banco y por haberme gastado el resto en mujeres música y vino. Bien me lo advirtió mi madre: La vida disipada no lleva a nada bueno.
Pero este no es el momento adecuado para un sermón introspectivo.
Salí del salón, cuando llegué al pasillo principal me percaté de un aroma que normalmente no se encuentra en ese lugar. Olor a Pan, torilla y condimentos mediterraneos. Un poco más aelante vi a un montón de gente congregada en torno a una mesita.
- Estoy salvado ! Pita Wraps ! Yummy !
Estos weyes si saben comer, pensé.
Después noté que todos los presentes, menos yo claro está, traían puesto un gaffette y que en la puerta del auditorio había un letrero que anunciaba una conferencia sobre Imagen Corporativa. Seguí mi camino por el pasillo rumbo al baño, procurando analizar cuidadosamente los detalles de la escena.
Regresé al salón. Mi pana Andy seguía trabajando en su vaina de Ilustrator CS. Se veía hambrienta, tampoco tenía dinero, ni cigarros, ni ganas de estar ahí sentada trabajando como lo habíamos hecho por largas horas.
-¿Ya viste la comida que hay allá afuera? le pregunté.
- ¿No, coño, dónde? es para nosotros?
- No lo creo, pero tenemos que hacer un plan.
Ahora fue su turno, mientras yo esperaba en el salón "Green" la chica hizo su parte y ubicó a los elementos de seguridad en el pasillo. Regresó un rato después, diciendo que aún había mucha gente, pero que los "pita wraps" se veían suculentos.
20 minutos después me asomé al pasillo, ya no había gente del evento. Caminé lentamente hacia la mesa de la comida cuando de pronto una chica de verde con un gaffette del evento me dijo con señas "Lo siento nene, es para la gente de la conferencia"
Desilusionado y con la tripa grande comiendose a la chiquita regresé al salón.
Seguí trabajando, un maldito análisis comparativo entre productos similares al sitio informativo que tenemos como proyecto mensual.
-Me duelen los ojos de estar tantas horas enfrente del monitor. me duele la espalda y esta silla de mierda no me está ayudando para nada...
-Hey guys ! Do you know if we can grab one of those pita wraps outhere? I mean, there's no one there. And they look so delicious...
Era Tatchi, la activista política y neohippie del salón. Con la buena nueva nos paramos en segundos y nos volvimos a asomar al pasillo.
-No hay moros en la costa !
Ahí estaba, el santo grial alimenticio y nosotros salivando frente a él. Cada quien agarró un pedazo de pita. Me sentí como pelón de hospicio. Agarré otro pedazo más y lo metí en la bolsa de mi chamarra. En la otra bolsa metí dos galletas de avena con pasas y agarré una lata de refresco.
Sigilosamente volvimos al salón. Me sentía como niño después del Halloween. Andrea tenía una pita de pollo con espinaca. Tatchi una de falafel, o alguna mezcla vegetariana, la mía era de atún.
Después de un segundo viaje y casi dos horas más tarde, hizo su aparición nuestro queridísimo compañero Mark, típico wey que quiere sobresalir en todo, con una pita de pollo en la mano. Todavía llevaba puesto el gaffette de la conferencia que se llevó a cabo en el auditorio...
-Hey guys do you want some free food? There's a few cookies left.
No thanks, we are on diet. ; )
Burp !